Dom. Nov 3rd, 2024

Sus métodos

Breve resumen de algunas de las técnicas que se emplean para atraer a las personas a su organización.

Las organizaciones que desean captar y controlar al individuo utilizan una serie de técnicas comunes para conseguir ese propósito.

Lo que pretenden es ejercer un control férreo sobre sus seguidores para utilizarlos en sus propósitos, que pueden ser entre otros: enriquecerse con sus donaciones, utilizarlos como mano de obra barata, engordar sus filas, adquirir mayor poder, etc.

Todo empieza por utilizar los mecanismos de captación adecuados, entre los que está un sistema de márquetin y adiestramiento que en muchas ocasiones hace que, mas que parecerse a una religión se parezca a una multinacional que prepara a sus empleados para que sean efectivos en vender su producto, tal y como se prepara a un comercial para vender… por ejemplo libros. Un ejemplo de ello es la reunión semanal que se dedica al entrenamiento de los miembros para que sean eficaces en su labor. En ella se enseñan técnicas de persuasión. Muchas son las mismas que se emplean en las empresas que se dedican a la venta.

Una vez se ha conseguido que alguien entre dentro, lo siguiente es asegurarse de que sea muy difícil que salga.

Para conseguirlo, primero es importante que el captado llegue a creerse que no hay mejor sitio donde estar que allí dentro. Tiene que creerse que los mejores son ellos y que fuera de ahí solo hay gente mala o en el mejor de los casos, vacía y sin sentido.

Esto lo consiguen repitiendo hasta la saciedad en sus discursos o asambleas, que son los mejores, que están en un paraíso espiritual y que todos los que salen de la organización se convierten en basura. Ponen experiencias en sus discursos que apoyan estos casos, aunque solo dicen las experiencias que les conviene a ellos omitiendo las que demuestran lo contrario. Ponen de esta manera el miedo en ellos haciendo que piensen que fuera de la organización no hay vida.

Como dice el libro titulado SECTAS, por Margaret Thaler Singer: Estos programas organizados para influenciar resultan a menudo efectivos para producir conformidad. Una meta obvia en la mayoría de las sectas es enseñar a sus miembros a evitar la crítica y los sentimientos negativos, para que el público y los posibles miembros vean solamente señales positivas y entusiasmo por el grupo. Diferir de este patrón puede causar ostracismo, presión social para conformarse, y la pérdida de prestigio en el grupo. “

Por eso, aunque a veces ven que dentro, ese supuesto paraíso espiritual no es tan paraíso como les dicen (hay divorcios, envidias, depresiones, matrimonios con desavenencias, visitas al psicólogo, etc. igual que en todos los sitios), pero el lazo emocional que les une a la organización y la propaganda a la que se ven sometidos constantemente, les impide ver la realidad y siguen pensando que como ellos no hay nadie.

Por si fuera poco, les intentan mantener extremadamente ocupados en las tareas de la organización, impidiendo así que se tomen un tiempo de reflexión y puedan meditar lo que están haciendo sin presión.

Les dicen que Dios solo les pide que den lo máximo de si mismos que puedan dar.  Y todavía dicen que no piden demasiado.  Por ello hay tantas personas dentro que se sienten insatisfechas y tristes pues piensan que no dan suficiente a Dios. Lo peor de todo, es que todo ese esfuerzo que realizan por Dios, no es en realidad para Dios sino que es para una organización humana.

Para conseguir que trabajen para la organización sin descanso, les van dando lo que podríamos definir como incentivos que les harán estar (según les dicen) con mas propósito en la vida y por lo tanto mas felices.

Las personas que van alcanzando estos incentivos (privilegios como dicen ellos) están muy bien vistas en la organización y son mas valoradas. Pero lo cierto es, que con eso se consigue que uno se mantenga tan ocupado en trabajar para la organización, que estando en esa rueda o vorágine es casi imposible que puedan ver la realidad en la que se encuentran.

Estando en esa situación, llegan incluso a someter su conciencia a la conciencia de la organización, siendo hasta capaces de alejarse de la familia y los amigos, si estos no son miembros de la organización.

La organización emplea la técnica de decirles constantemente que deben separarse del mundo y no fomentar amistades que no estén en la organización aunque sean buenas personas, porque para ellos no son buenas amistades pues les falta lo mas importante (según ellos): que no piensan como ellos, aunque emplean la expresión “que los demás no aman a Dios”.

Para conseguir estos objetivos utilizan porciones de la Biblia que ellos explican a su manera y que cuando alguien no es docto en ella o ya ha sido moldeado en la organización, es incapaz de interpretar por si mismo de otra forma. Y si por lo que fuera el individuo tuviera una mente despierta que le plantea dudas, la organización ha desarrollado un mecanismo que también contempla estos casos y que es otra de las técnicas de mentalización, que es la siguiente:

Repetir a sus miembros, que ante todo deben ser humildes y sumisos a la organización.

El individuo no es nada si no esta dentro y trabajando con el grupo.

Se les llega a mentalizar tanto en este sentido, que son capaces de anular su conciencia y obedecer a la organización aunque no entiendan porque y en su interior no estén de acuerdo. Pero como se les ha repetido en incontables ocasiones que ellos deben sumisión a la organización y que ellos no son nada si se alejan de ella, al final actúan como la organización les dice. Mas les vale también, porque si no, pueden ser expulsados con el consecuente perjuicio.

Por poner un solo ejemplo de los muchos que se me ocurren; años atrás cuando el gobierno ofreció la posibilidad de que en vez de hacer el servicio militar se hiciera el servicio civil sustitutorio, las directrices de la organización eran que no se podía aceptar según lo que decía la revista Despertad del 08-03-1975 en su página 23. Recuerdo en esa época que a un  compañero testigo con el que tenia mucha confianza y al que le tocaba presentarse a filas, le pregunté si entendía por que no podíamos aceptarlo. El me respondió en confianza y mirando alrededor para que nadie de los que había en el salón le oyera, que el no lo entendía y que no le parecía mal lo de hacer un servicio de ayuda civil, pero que teníamos que ser humildes y obedecer a “La sociedad” (como se llamaba entonces a la cúpula) y si la organización lo decía seria por algo. Esta persona fue a la cárcel y al cabo de un tiempo dijeron que ya se podía aceptar el servicio sustitutorio. Lo curioso es que fue a la cárcel por actuar en contra de su conciencia. Pues como me había dicho antes, él no lo veía mal. Al margen de cuales fueron las razones que le motivaron a actuar así, lo único cierto es que la organización le anuló la libertad de conciencia, pues si hubiera actuado conforme a su conciencia hubiera sufrido las consecuencias impuestas por la organización.

Llegan a anular tanto su conciencia, que los acólitos son capaces de actuar contra-natura incluso anulando lo mas hermoso que tiene el ser humano como son los sentimientos filiales. Para muestra pondremos una cita de un artículo de un panfleto que se denomina Nuestro Ministerio del Reino de  agosto del 2002 que relata la siguiente experiencia:

 “Tras escuchar un discurso en una asamblea de circuito, un cristiano y su hermana se dieron cuenta de que tenían que hacer cambios en la manera de tratar a su madre, quien no vivía con ellos y llevaba seis años expulsada. Tan pronto terminó la asamblea, él la llamó y, luego de confirmarle su amor, le explicó que ya no le hablarían a menos que surgieran asuntos importantes de familia que los obligaran a ponerse en contacto.”

En este caso la experiencia acabó “bien para ellos”, pues su actitud convenció  a la madre para que volviera a la organización si no quería perder a sus hijos, pero no cuentan las muchas experiencias que no han acabado así y que han hecho que las familias se separen.

Sin duda ilustra el poder que ejercen ya no solo en las conciencias sino también en los sentimientos mas hermosos e intrínsecos del ser humano. Son capaces hasta de hacer que un hijo deje de relacionarse con su madre a la que quiere tanto.

También tienen que presentar un informe de las horas que dedican a la labor de proselitismo, pues si no lo hacen serán mal vistos y nunca serán nada en la organización por muy buenas personas que sean.

De esta manera los tienen mas controlados y motivados a trabajar más para ser mas valorados entre ellos.

Por ultimo y para dificultar mas la salida de la organización, han utilizado determinadas porciones de la Biblia y las han interpretado a su manera para decir que si alguien se ha desasociado de la organización o es expulsado por no estar de acuerdo con todo lo que enseña la organización, a esa persona no se le debe hablar en absoluto y ni siquiera decir “hola”.

Con ello consiguen que el circulo se cierre completamente y si en un momento dado alguien de los que conoce la organización a fondo pudiera abrirles los ojos en determinados asuntos, eso se impide mediante esta norma impuesta por la organización.

Esta es una técnica que se utiliza en muchas sectas como dice el libro “Las técnicas de control mental de las sectas y como combatirlas” cuyo autor es Steve Hasan y  ex-miembro de la secta Moon. Dice lo siguiente en el capitulo cuatro:

“Si la información transmitida a un miembro de la secta es interpretada como un ataque al líder, a la doctrina o al grupo, se levanta un muro de hostilidad. Los miembros están entrenados para no aceptar ninguna crítica. Se le ha explicado con anterioridad que las criticas son «las mentiras que sobre nosotros pone Satanás en la mente de las personas», o que son «las mentiras que la conspiración mundial imprime en lo periódicos para desacreditamos, porque saben que estamos por encima de ellos». Aunque resulte paradójico, las críticas al grupo confirma que el punto de vista de la secta acerca del mundo es correcto. La información que reciben no se interpreta correctamente.”

Una vez mas y como también ocurre en tantas sectas, se utiliza el miedo para que la gente no se vaya. Miedo a la destrucción, miedo a la expulsión, miedo a estar solos, miedo a lo que hay fuera, etc.

Hay tanto miedo, que nadie de los que están dentro es capaz de expresar sus opiniones abiertamente en caso de que hubiera algún asunto en el que no estuviera de acuerdo con lo que dice la organización. Y si lo hiciera se le cerraría la boca expulsándolo e impidiendo que nadie hable con el, tratándolo peor que si fuera un delincuente.

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